Algunos tipos de cirugía contra el cáncer pueden afectar las erecciones, tales como:
La mayoría de los hombres que se someten a este tipo de cirugías presentarán algo de dificultad para lograr la erección (condición referida como disfunción eréctil o ED). Algunos hombres podrán tener una erección lo suficientemente rígida para llevar a cabo la penetración, pero probablemente no sea tan rígida como solía serlo antes. Otros probablemente no puedan tener erecciones.
Afortunadamente en la actualidad se cuenta con diversos tratamientos para tratar la disfunción eréctil, los cuales pueden ser útiles para lograr las erecciones en la mayoría de los hombres que tienen esta dificultad. Podría ser que se requiera de cierto tiempo, pero si el hombre está dispuesto a intentar estas opciones, es muy probable que encuentre una que le resulte eficaz.
El cáncer de próstata, vejiga, colon y recto a menudo puede ser tratado con radiación a la región pélvica. Esto puede causar problemas con la erección. Cuanto mayor sea la dosis total de radiación y más amplia sea el área de la pelvis irradiada, mayores serán las probabilidades de que se desarrollen problemas de erección con posterioridad.
Una forma en que la radiación afecta la erección es al dañar las arterias que suministran sangre al pene. A medida que el área tratada se recupera, los vasos sanguíneos pierden su capacidad de estirarse debido al tejido cicatricial en y alrededor de los vasos. Con ello, ya no pueden dilatarse lo suficiente para permitir que la sangre se acelere generando una erección firme. La radiación también puede acelerar el endurecimiento (arteriosclerosis), estrechez o incluso obstrucción de las arterias de la región pélvica. Puede que la radiación también afecte el conjunto de nervios que controla la capacidad en el hombre de tener una erección.
Debido a daño neurovascular y/o hormonal producido por Tratamientos para el Cáncer (Cirugías de Cáncer de Próstata, Vejiga, Pene, Testículos o Colorrectales) y/o Radioterapia.
Recuperar la Capacidad funcional Eréctil para lograr una relación sexual satisfactoria y plena. Rehabilitar y prevenir mayor daño del tejido eréctil, ocasionado por Tratamientos de Cánceres Urológicos o Colorrectales. Mediante un Programa de Rehabilitación de la función sexual peneana.
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